Bitcoin respira en medio de la tormenta

Una escalada voraz en las tensiones en Medio Oriente durante el fin de semana desencadenó en movimientos bruscos en los mercados mundiales, con Bitcoin cayendo por debajo de la marca de los USD 100.000 por primera vez desde mayo.

La caída se produjo tras un sorpresivo ataque aéreo estadounidense contra las instalaciones nucleares iraníes y un voto del Parlamento de Teherán para autorizar el cierre del Estrecho de Ormuz lo que generaría un cuello de botella energético crítico.

Las fuerzas estadounidenses lanzaron ataques coordinados contra las principales instalaciones nucleares de Irán (Fordow, Natanz e Isfahán), según confirmó el presidente Donald Trump en una transmisión en vivo.

Trump afirmó que las áreas fueron "completamente destruidas", calificó la operación como un "éxito militar total" y enfatizó que todas las aeronaves salieron de manera segura del espacio aéreo iraní.

Advirtió que los futuros ataques “podrían ser incluso mayores” si no se alcanza la paz, y agregó: “Para Irán, el camino a seguir es la paz o la tragedia”.

En este sentido, Trump describió los ataques como un esfuerzo conjunto con Israel, afirmando: “Ningún ejército ha hecho lo que hemos hecho recientemente”.

En este contexto, Bitcoin cayó hasta los USD 98.300 dólares. Según los datos de Coinglass, se liquidaron más de USD 1.79 mil millones en posiciones de criptomonedas desde el viernes, y casi el 70% de ellas fueron largas. Solo Bitcoin se desplomó hasta un 4.2% para alcanzar los USD 98,300 el domingo por la noche, antes de recuperarse alrededor de un 3.1% en las primeras operaciones de Asia.

Por su parte, Ethereum cayó un 17% durante el fin de semana, pero mostró un rebote similar, subiendo un 6.75% después de los mínimos del fin de semana.

Ethereum ya bajó un 21% desde el máximo local de USD 2,877 a mediados de mes.

En los mercados tradicionales, los precios del crudo subieron por el temor a una interrupción de los flujos energéticos mundiales. Los futuros del Brent alcanzaron un máximo intradiario de 81,40 dólares, un máximo de cinco meses, antes de recortar las ganancias para establecerse en torno a los 77,73 dólares, todavía con un alza del 0,93% en el día.

El crudo WTI siguió una trayectoria similar, alcanzando un máximo de 78,40 dólares antes de volver a caer por debajo de los 75 dólares. Los analistas atribuyeron el retroceso al hecho de que los envíos siguen fluyendo a través de Ormuz.

El oro, como suele suceder en tiempos de crisis, desafió las expectativas al caer un 0,4% a 3.355 dólares la onza, mientras que los futuros del COMEX bajaron un 0,5% a 3.370 dólares. Los operadores señalaron a un dólar estadounidense más fuerte, impulsado por los flujos de refugio, como una razón clave para el bajo rendimiento del oro.

Los futuros del S&P 500 cayeron un 0,3% en las operaciones previas a la comercialización del lunes, recuperándose de las pérdidas más pronunciadas de la noche a la mañana.